martes, 3 de mayo de 2011

Tras 3 décadas intentándolo, los Verdes entran en el Parlamento de Canadá

Nada en política es fácil. Pero con un sistema electoral mayoritario, menos aún. Para lograr representación parlamentaria en Canadá hay que ser el candidato más votado en uno de los 308 distritos en los que se divide electoralmente el país. El pasado lunes, a pesar de que obtuvieron un resultado peor que en 2008 en el porcentaje nacional de votos, los Verdes fueron el partido más votado en la circunscripción de Saanich-Gulf Islands, y su líder, Elizabeth May, estará por fin en la Cámara de los Comunes.

Canadá es uno de los primeros países en contar con un partido Verde. Ya en las elecciones de 1980 se formó un grupo de candidatos unidos bajo el ecologismo político. Ese movimiento se fue concretando en el Partido Verde Canadiense, que no pasó del 1% ni en los 80's ni en los 90's. Siguieron insistiendo, y en 2004 obtuvieron increíbles resultados: 4,32% de los votos, aunque sin representación. En 2008 alcanzaron su techo, con un 6,8% de los votos, pero también sin escaño. Y en 2011 ha sucedido justamente lo contrario: han bajado al 3,91%, pero se sentarán en la cámara baja canadiense por primera vez en la Historia.

El distrito de Saanich-Gulf Islands se encuentra en la región de British Canada, y es curiosamente el que tiene mayor media de edad de todo Canadá. Además, no parecía fácil la victoria, ya que el partido conservador, actualmente gobernante, presentaba por ese distrito a Gary Lunn, su ministro de Deporte y exministro de Recursos Naturales (que hizo a Canadá el primer exportador de uranio del mundo), quien ha ganado ese escaño desde 1997. Por su parte, la candidata Verde llevaba variando de circunscripción en cada una de las citas electorales, mejorando en todas ellas el resultado anterior en más de 20 puntos porcentuales, pero sin ganar el escaño.

Sin embarrgo, Elisabeth May, abogada y activista, ha vencido a todas estas adversidades y ha logrado un impresionate 46% de los votos, superando en 10 al partido Conservador. La subida verde ha sido descomunal, pasando del 10 al 46% en solo 3 años. En el resto de circunscripciones, y salvo notables excepciones, la tendencia del Partido Verde es a la baja, en parte debido al voto útil, ante la amenaza de una mayoría absoluta conservadora. En las zonas rurales el porcentaje de voto verde oscila entre el 1 y el 3%, y en distritos urbanos de Ontario, Otawa o Toronto entre el 4 y el 6%. En todo caso, siempre lejos de ser el partido más votado y lograr un segundo escaño.

Lo cierto es que la influencia que tendrá May en las políticas canadienses será por el momento reducida, ya que el Partido Conservador ha logrado la mayoría absoluta. Sin embargo, el ansiado escaño dará mayor visibilidad al Partido Verde, le permitirá participar en las Comisiones y debates parlamentarios, y dará nuevos ánimos a todos los militantes y simpatizantes del partido.

La lección que se extrae de la experiencia canadiense es que con paciencia, perseverancia y buen hacer, el tiempo acaba dándote la razón. Ahora hace falta que Elizabeth May realice una buena labor parlamentaria, y que en futuras citas electorales surjan otros candidatos con el tirón suficiente como para ser los más votados. Pero en todo caso, Canadá nos demuestra que no hay ley electoral que pueda con los Partidos Verdes.

martes, 5 de abril de 2011

Análisis de la situación de los Verdes en Europa

El pasado fin de semana se celebró en Budapest el Congreso de los Verdes Europeos, en un ambiente de moral alta, tras los espléndidos resultados de los Verdes en Baden-Wurttemberg. Por eso, es el momento de analizar la situación de los partidos verdes en los países de la Unión Europea. Tomaremos como base el resultado obtenido en las últimas elecciones generales de cada país, teniendo siempre en mente que los diferentes sistemas electorales hacen la tarea más complicada y no siempre exacta. Aquí presentamos una tabla de elaboración propia:

En primer lugar, hay que señalar algunas particularidades. Por ejemplo, el Partido Verde más votado, que es el de Letonia, se presenta conjuntamente con el partido de los Granjeros, lo cual supone el complemento perfecto para las zonas rurales. En el caso portugués, se presentan en alianza con el Partido Comunista de Portugal, por lo que no es fácil saber qué porcentaje del voto es verdaderamente verde.

En todo caso, a la luz de los datos, la primera conclusión que podemos sacar es que los resultados de los Verdes son por lo general flojos. Sólo en 10 países de los 27 se supera la barrera del 5%, que muchos sistemas electorales exigen para entrar en el Parlamento.

Además, en 3 de ellos los Verdes ni siquiera concurrieron a las elecciones. En Polonia dieron su apoyo a otra candidatura, en Eslovaquia simplemente no se presentaron y en Lituania, el Partido Verde se fundó en marzo de 2011, teniendo por fin un partido verde todos los países de la UE.

Otra nota negativa es que de los países más poblados de la UE, sólo los Verdes Alemanes (10,7) están a la altura. Los resultados en Francia, Italia, Polonia, Reino Unido y España son verdaderamente decepcionantes. Sin embargo, también es cierto que tienen algunos motivos para el optimismo. En Francia, Les Verts y Europe Écologie se han unido y concurrirán juntos a las próximas elecciones. En España la unión de partidos verdes también va muy avanzada, y en Reino Unido han logrado por fin representación parlamentaria.

La nota positiva de los resultados europeos la ponen los países escandinavos de la UE, en los que los verdes obtienen un resultado mucho mejor que la media europea: Dinamarca (13,0), Finlandia (8,5) y Suecia (7,34), a lo que podríamos añadir los resultados de otros dos países nórdicos que no son miembros de la UE, como son Noruega (6,5) y sobre todo Islandia (21,7).

Por el contrario, en Europa del Este queda mucho trabajo por hacer. Salvo en el caso particular de Letonia y de la excepción húngara, ningún partido Verde de Europa del Este más es capaz de alcanzar siquiera el 5% de votos.

Los malos resultados en elecciones generales contrastan con los avances significativos de los Verdes en las elecciones al Parlamento europeo. Esto podría deberse a las circunscripciones más grandes, que diluyen un poco el efecto del voto útil y a que los votantes pueden decidir castigar a su partido por el motivo que sea. Y aquí está el problema. Los votantes europeos eligen a los Verdes cuando el poder en juego es relativamente reducido, pero no cuando hay un gobierno en liza. Esto tiene que cambiar para que el voto verde despegue en las elecciones generales. Y para ello, será decisivo el ejemplo verde de Baden Wurttemberg...

miércoles, 30 de marzo de 2011

Éxito Verde (a pesar del eclipse) en Renania-Palatinado

El éxito de los Verdes en Baden-Wurttemberg en las elecciones del pasado domingo eclipsó otro gran resultado verde, esta vez en el Estado Federado de Renania-Palatinado.

A modo de introducción, diremos que Renania-Palatinado es un estado situado en la parte oeste de Alemania, relativamente poco poblado (4 millones de habitantes, un 5% de la población del país), es el estado federado que más exporta en términos relativos y es la cuna del vino del Rhin.

¿Cuáles fueron los resultados electorales?

El partido más votado fue el SPD con un 35,7% de los votos y 42 escaños, lo cual supuso una pérdida de la mayoría absoluta que ostentaban. La CDU, con un 35,2% y 41 escaños, mejoró en dos puntos su resultado pero se quedó a las puertas de ser el más votado. El tercer partido fueron los Verdes, con un 15,4% de los votos y 18 escaños. Esto supone una subida de 10,8 puntos porcentuales, cercano a los 9,9 puntos que baja el SPD. Los liberales se desplomaron hasta quedar fuera del Parlamento renano, que será tricolor.

En virtud de estos resultados, que castigan al SPD pero demuestran que el electorado de Renania-Palatinado sigue prefiriendo políticas progresitas, es previsible que los Verdes entren en la coalición de gobierno junto al SPD de Kurt Beck.

¿Cómo fue el voto Verde?

En primer lugar, hay que decir, aunque resulte repetitivo, que fue un éxito sin precedentes, superando en más de 8 puntos a su mejor resultado histórico en Renania-Palatinado. En términos núméricos, fueron incluso más sorprendentes que los de Baden-Wurttemberg. Si en Baden lograron doblar su resultado de 2006, (de 12 a 24%), en Renania-Palatinado triplicaron el porcentaje de 2006 (de 4,6 a 15,4%).


Si lo analizamos más a fondo, vemos que, al igual que viene repitiéndose en el resto de estados federados, los verdes se están haciendo fuertes en las ciudades, pero tienen problemas aún en el entorno rural.

Al tomar como referencia la media de votos obtenida a nivel del Estado federado, el 15,4%, vemos que en las ciudades principales del estado se supera ese porcentaje: en los dos distritos de Maguncia, la capital (27,0 y 18,9), en Treveris, ciudad natal de Karl Marx (18,4) y en Coblenza (22,7).

Por el contrario, en los distritos del norte del Estado, de carácter eminentemente agrícola y de mayoría conservadora, los resultados son inferiores a la media: Vulkaneifel (9,6), Cochem-Zell (10,1) o Betzdorf (11,3).

¿Qué se puede mejorar?

Los Verdes alemanes tienen dos asignaturas para el corto-medio plazo. La primera es, como hemos visto, asentarse en el entorno rural. Es en parte lógico que empiecen ganando fuerza en las ciudades, ya que éstas son siempre más permeables a los nuevos partidos. Generalmente, la gente de las ciudades está mejor informada -políticamente al menos- y más abierta a nuevas alternativas, mientras que en el campo tardan en calar las nuevas iniciativas políticas, al igual que es más difícil ir formando agrupaciones regionales verdes. A ello hay que unir que el campo alemán es extremadamente tradicionalista y conservador, y vota siempre CDU. Una opción para ir implantándose en el campo poco a poco es apoyar decididamente la agricultura ecológica, y frenar los transgénicos, y a partir de ahí ir creando cooperativas y organizaciones en red.

El segundo problema son los estados de la antigua RDA. Ahora mismo, los Verdes están en el Gobierno de 5 de los 16 Estados alemanes: en Baden-Wurttemberg (como partido principal) y en Renania-Wesfalia, Sarre, Bremen y Renania-Palatinado. (como partido de coalición) Todos ellos pertenecen a la antigua República Federal Alemana. En la zona de la RDA, el socio natural del SPD es La Izquierda (Die Linke), ya que el comunismo aún es fuerte allí. Los Verdes tendrán que ir poco a poco superando ese déficit histórico. En Berlín ya van por buen camino, pudiendo llegar a ser el partido más votado. Ahora faltan otros, como Meklemburgo-Pomerania (3,4% en 2006 y donde habrá elecciones este año, sin encuestas muy favorables para los Verdes), Brandemburgo (5,7% en 2009) y Sajonia (6,4% en 2009).

En todo caso, los Verdes tienen motivos, antes de mirar al futuro, para dejarse caer en brazos de la euforia por unos días. El domingo por la mañana no estaban siquiera en el Parlamento de Renania-Palatinado. Tras la jornada electoral, entraron en él con 18 diputados. Antes de la jornada electoral formaban parte del gobierno de 3 de los 16 estados alemanes. Al pasar el día, pasaron a estar presentes en 5 de 16. Y sobre todo, al empezar el día, los Verdes nunca habían gobernado un Estado federado alemán, y ahora tendrán la oportunidad de hacerlo.

domingo, 27 de marzo de 2011

El motor de Europa se tiñe de Verde

Era cuestión de tiempo. La marea Verde en Alemania es imparable. No obstante, era difícil de predecir que el primer Estado alemán gobernado por el Partido Verde sería precisamente el motor económico de Europa. Con un crecimiento económico del 4,5% en 2010 y con la tasa de desempleo juvenil más baja de Europa, Baden-Wurttemberg había estado gobernado por la CDU desde los años 50's y parecía difícil de arrebatar.

Ahora, los Verdes tienen la oportunidad de empezar a demostrar que son capaces de gobernar con solvencia. Y lo harán en el Estado alemán al que toda Europa mira como referente. Aquél donde tienen su sede grandes y exitosas empresas alemanas como Bosch, Mercedes, IBM, Chrysler, SAP o Porsche. Baden-Wurttemberg, con 10,7 millones de habitantes, es el tercer Estado más grande de Alemania tras Renania-Wesfalia y Baviera.

¿Cuáles han sido los resultados electorales?

En primer lugar, hay que destacar un dato: la participación ha subido del 53,4 al 66,2%, lo cual quiere decir que los Verdes han sabido movilizar a su electorado.

En cuanto al voto, la CDU ha sido el partido más votado, aunque también el gran perdedor, con un 39% de los votos (en 2006 tuvieron un 44,2%). Los Verdes han quedado en segundo lugar, con el 24,2, seguidos de cerca por el SPD, con 23,1. El FDP ha alcanzado el 5,3%, superando el umbral exigido para entrar en la asamblea regional. En cuanto a escaños, la CDU ha logrado 60, los Verdes 36, los socialistas 35 y los liberales 8.

Si analizamos el resultado de los Verdes, vemos que ha sido un éxito sin fisuras ni peros, en un doble sentido: por un lado, han duplicado (de 12.1% a 24.2%) su mejor resultado histórico, obtenido en 1996 y han superado su récord de escaños en un total de 17. (de 19 a 36). Y por el otro, han logrado superar (por muy poco) a los socialistas, lo que implica que no sólo estarán en el Gobierno de coalición, sino que ocuparán la Presidencia, por primera vez en la historia.


En las otras elecciones, las de Renania Palatino, los Verdes también han logrado el mejor resultado de su historia (pasando de 0 a 18 escaños, y que será analizado en los próximos días en este blog), y van a entrar en el gobierno junto al SPD, aunque esta vez como socio minoritario. Y en Frankfurt, sede del Banco Central Europeo, podrían hacerse con la alcaldía.

¿Quién ha votado a los Verdes?

De un simple vistazo a los colores de los 70 distritos de Baden-Wurttemberg podemos llegar a la conclusión de que el voto al Partido Verde ha sido eminentemente urbano y universitario. Los Verdes han sido el partido más votado en 3 de los 4 los distritos de Sttutgart, la capital con un 42, 34 y 32% del voto; en los 2 distritos de Friburgo, con un 34,5% y 39,9%; en Heidelberg, con un 36,7%; en Tübinga con un 32,1%; en Konstanza, con 34.7% y en Manheim, con el 29,6%. Por el contrario, en distritos poco poblados y de corte rural, sus resultados han estado por debajo de la media: Biberach, 18,8; Aalen, 18,4; Neckar Odenwald, 14,6; Freudenstadt, 16,5.

Como curiosidad, cabe señalar que en Heilbronn, el distrito en el que se encuentran las centrales nucleares de Neckarwestheim I y II, los Verdes han obtenido un flojo 21,5%, siendo superados por los conservadores (37) y los socialistas (26,4)

¿Es el éxito verde algo coyuntural y debido al accidente nuclear de Fukushima?

No, en absoluto. El éxito electoral de los Verdes no es algo pasajero. Ya en las elecciones municipales de 2009 fueron el partido más votado en la capital del Estado, Stuttgart, con un 25,3% de los votos, aunque finalmente la CDU se hizo con el Gobierno. En el ayuntamiento de Manheim son tercera fuerza, con un 15,9% y en Karlsruhe la segunda, con un 20,1. En otra de las principales ciudades de Baden, Friburgo, ostentan la alcaldía. Además, las encuestas llevaban dando a los Verdes una intención de voto superior al 20% desde hace varios meses.

Sin duda, la postura respecto a la energía nuclear ha sido vital en la victoria verde, en especial en lo que se refiere a la movilización final, pero ya antes de Fukushima, el debate nuclear estaba bien abierto en Alemania y el medio ambiente era, y es, un criterio importante de voto.

¿Por qué la región económicamente más exitosa de Europa ha cambiado de Gobierno?

En primer lugar, por la desastrosa gestión de Mappus, el primer ministro de Baden, perteneciente a la CDU. A pesar de que los resultados económicos han sido fabulosos, la gestión política no ha acompañado. Proyectos como el Stuttgart 21, una macro obra ferroviaria que puede acabar con el centro de la ciudad, han contribuido al descrédito de Stephan Mappus. La gota que colmó el vaso fue la decisión de Mappus del pasado diciembre, de comprar el 45% de la empresa nuclear EnBV con dinero público, cuyas acciones se han depreciado más de un 30% desde entonces. Mappus ha sido el primer defensor de la energía nuclear en la CDU y lo ha pagado caro.

Para colmo, Baden-Wurttemberg es un Estado particularmente afectado por la energía nuclear, ya que, junto a sus afamados viñedos, alberga dos de las centrales alemanas, una de ellas construida en los años 80's: Neckarwestheim I y II.

Además, la actuación de la CDU a nivel nacional tampoco ha ayudado a Mappus: la dimisión del ministro Karl-Theodor zu-Gutemberg por plagiar su tesis doctoral, constantes vueltas atrás y adelante sobre la moratoria nuclear de la CDU y el país totalmente fuera de juego en Libia.

¿Y por qué han elegido un Gobierno Verde?

Para empezar, los Verdes de Baden-Wurttemberg no son los Verdes de Hamburgo o Berlín. El candidato de Baden, Winfried Kretschmann, es un político de corte conservador y católico, muy en la línea de los votantes de su Estado. No obstante, su prioridad en política no es la religión, sino el planeta. Los verdes de Baden son ideológicamente transversales. También el alcalde de Friburgo, Dieter Salomon, responde a ese perfil conservador.

Sin embargo, también hay que decir que Kretschmann es un Verde de los primeros tiempos, de cuando se fundó en Karlsruhe (Baden-Wurttemberg) el partido Verde, y se ha mantenido fiel a sus ideas desde entonces.


Baden-Wurttemberg es el motor de Europa, pero para seguir siéndolo, tendrá que adaptarse a las nuevas circunstancias de la economía. Y es aquí donde el programa político de los Verdes entra en juego. Kretschmann ha prometido crear 300.000 empleos Verdes. Está decidido a demostrarle al mundo que un modelo económico exitoso y las energías verdes no sólo no son incompatibles, sino que se favorecen el uno al otro. Para seguir en cabeza, hay que innovar y a la vez respetar el medio ambiente.

El 27 de marzo de 2011 quedará como un día histórico para los verdes de todo el mundo. Hace mucho tiempo, más de 30 años, que los Verdes alemanes llevaban advirtiendo de los peligros de la energía nuclear y de la necesidad de cambiar de modelo. Ahora, por primera vez, un Verde gobernará a más de 10 millones de habitantes y tendrá la oportunidad de cambiar las cosas. No sabemos qué pasará. Sólo el tiempo lo dirá. En todo caso, si echamos la vista atrás y vemos el ascenso imparable, concluiremos que hasta el momento, parece que el tiempo les va dando poco a poco la razón...

jueves, 24 de marzo de 2011

Éxito sin precedentes de los Verdes en Sajonia-Anhalt

La larga serie de elecciones en los Länder alemanes se ha iniciado con grandes éxitos electorales para los Verdes. Tras el buen resultado en Hamburgo, el pasado domingo 20 de marzo fue el turno de Sajonia Anhalht, antiguo estado de la RDA que cuenta con 2,5 millones de habitantes.

Los Verdes han vuelto de nuevo a la Cámara territorial, de la que estaban ausentes desde las elecciones de 1998, en las que no llegaron al umbral del 5% exigido para entrar en el reparto de escaños. Con un 7,1% del voto, los Verdes se han hecho con 9 escaños, superando en 4 su mejor marca histórica. (1990 y 1994)


La mayoría de analistas, de una forma un tanto simplista, sostiene que este éxito es coyuntural y que se debe a los incidentes de la central nuclear de Fukushima. Sin embargo, este análisis cae por su propio peso, pues todas las encuestas desde enero, venían atribuyendo a los Verdes una intención de voto de entre el 5 y el 9%.

En definitiva, las elecciones de Sajonia Anhalt demuestran que los Verdes están siendo capaces de asentarse electoralmente en los antiguos estados de la RDA, lo cual supone un paso vital para un partido que aspira a ser primera o segunda fuerza política en todo el país. El resultado de las siguientes citas con las urnas, en especial la de Baden-Wutemberg, será a prueba definitiva.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuando la "justicia" no es justa...

Situación A: dos personas depositan varias bombas en un barco de uso civil que está atracado en un puerto extranjero, causándole la muerte a una de las personas que se encontraba en el barco.

Situación B: varias personas realizan un acto pacífico de protesta durante una reunión de líderes internacionales, para reclamar una actuación internacional más contundente respecto al mayor problema que actualmente afronta la Humanidad: el cambio climático.

Las dos personas de la situación A fueron condenadas a pasar 3 años recluidas en una base militar, aunque finalmente sólo pasaron unos meses, alegando que padecían una enfermedad que necesitaba tratamiento médico. Las personas de la situación B aún no han sido juzgadas, pero por el momento, la fiscalía ha pedido una pena de 3 años de cárcel para ellos (al margen de que ya pasaron 20 días en prisión preventiva).

Las personas de la situación A son los terroristas franceses Alain Marfart y Dominique Prieur, quienes el 10 de julio de 1985 colocaron dos bombas en el Barco de Greenpeace "Rainbow Warrior", que estaba atracado en el puerto neozelandés de Waitemata, causándole la muerte al fotógrafo portugués Fernando Pereira.

Como habrá podido suponer, las personas de la situación B son Juan López de Uralde y otros activistas de Greenpeace, quienes el 18 de diciembre de 2009 se colaron en la cena de gala de líderes mundiales que se celebraba en el marco de la Cumbre del Clima de Copenhague, desplegando dos pancartas con el lema: "Los políticos hablan, los líderes actúan". Ahora, la fiscalía danesa, aplicando el medieval agravante de la "presencia de la Reina", pide 3 años de cárcel para ellos (1 por allanamiento de morada y 2 por falsificación), es decir, la misma que la que se fijó para los terroristas franceses.

Estos hechos vuelven a recordarnos que el ser humano, y por extensión, las instituciones y normas creadas por éste, es un animal imperfecto y falible. Un sistema que impone la misma pena a unos terroristas asesinos y a unos activistas pacíficos que buscaban llamar la atención sobre la inactividad política ante el cambio climático, es un sistema que no funciona. Si quienes asesinan por dinero y quienes se cuelan en una gala movidos por el bien del planeta, son castigados igual, algo no va bien. Y cuando esto pasa, la única respuesta digna es la movilización y la protesta pacífica, hasta lograr que la "justicia" sea lo más justa posible.

lunes, 28 de febrero de 2011

Irlanda: lecciones de una debacle

El Partido Verde Irlandés (Comhaontas Glas) sufrió una derrota sin paliativos en las elecciones parlamentarias irlandesas del pasado 25 de febrero, perdiendo los 6 escaños que tenía, y por lo tanto, quedándose fuera de la Cámara Baja (Dáil Éireann) por primera vez en los últimos 22 años.

En las elecciones de 2007, los Verdes cosecharon el mejor resultado de su historia (4,7% del voto y 6 escaños), y lograron entrar a formar parte de la coalición de Gobierno junto con Fianna Fáil y el Partido Demócrata Progresista, obteniendo dos Ministerios: el de Medio Ambiente, Patrimonio y Gobierno Local (John Gormley) y el de Comunicaciones, Energía y Recursos Naturales (Eamon Ryan). El 23 de enero, tras el rescate de Irlanda, los verdes se salieron del Gobierno y provocaron la convocatoria de elecciones anticipadas.



Dadas estas circunstancias, ¿qué ha llevado a los Verdes a perder todos sus escaños?

Los analistas políticos se han precipitado en atribuir el desplome al hecho de que se encontraban en el Gobierno cuando el país ha tenido que ser rescatado. El principal partido en el Gobierno, el Fianna Fáil, tradicionalmente mayoritario, se ha desplomado desde el 41,6 al 17,4, quedando relegado al tercer lugar. El otro socio, el conservador "Partido Demócrata Progresista", se disolvió en 2009, tras tremendos líos internos. Con estos datos, lo fácil sería concluir que los Verdes estaban abocados al fracaso electoral, un mes después del penoso rescate.

Sin embargo, la tendencia a la baja de los Verdes en Irlanda no es sólo coyuntural. Por ejemplo, en las Elecciones Europeas de 2009, los Verdes se quedaron en el 1,9% de los votos, frente al 3,9% en 2004. En las elecciones locales de ese mismo año, tan sólo obtuvieron el 2,3% de los sufragios, lo cual supone un descenso frente al 3,3% de 2004. En definitiva, observamos una caída continuada en el tiempo, que exige un análisis más profundo y no tan coyuntural de la situación política.

Entre las causas del actual descalabro electoral podemos encontrar:

1- Los socios de Gobierno: no todos los miembros del Partido Verde veían con buenos ojos la decisión (véase, por ejemplo Ciarán Cuffe), en 2007, de entrar a formar parte del Gobierno. La precipitación es algo común de los Partidos en crecimiento electoral. Sin pensar dos veces lo que se hacía y eufóricos por los resultados, los Verdes entraron en un Gobierno con el Fianna Fáil (liberal) y el Partido Demócrata Progresista (conservador). Fue un Gobierno que mantuvo o incluso bajó aún más los impuestos y que no supo ver la gravedad de la crisis que se le venía encima. La desregulación y la no intervención en la economía fueron los principios rectores de la actuación del Gobierno, lo cual hizo que la crisis financiera irlandesa golpeara el país con mayor fuerza que en otros lugares. De cara al futuro, habrá que mantener siempre una mentalidad más a medio plazo, en lugar de coaligarse con partidos lejanos políticamente de las ideas verdes y equitativas.

2- La renuncia a algunas reivindicaciones clave: por ejemplo, no hicieron nada para parar la construcción del gaseoducto de Corrib y de la construcción por parte de Shell de una refinería en Bellanaboy, traicionando a los militantes de base, agrupados en el colectivo Shell to Sea. Tampoco se opusieron a la construcción de la autopista M3 por el medio de la colina de Tara, que hasta ahora era un tranquilo complejo de restos arqueológicos, y que desde 2008 forma parte de la Lista de los 100 monumentos del mundo que sufren un mayor peligro. Además, los Verdes renunciaron a su promesa inicial de intentar terminar con el uso militar por parte de Estados Unidos del aeropuerto de Shannon. En conclusión, los Verdes renunciaron a casi todo lo que habían prometido cuando estaban en la oposición, y ello ha traído la consecuencia lógica: la pérdida del apoyo de las bases.

3- Su falta de europeísmo: generalmente, los votantes del entorno de los Partidos Verdes suelen ser europeístas convencidos y partidarios de políticas supranacionales como medio para combatir el cambio climático y los problemas globales. El debate europeo ha tenido especial importancia en Irlanda, como consecuencia del rechazo en referéndum al Tratado de Lisboa en primera votación. Los Verdes trataron de posicionarse en este debate, y sometieron el asunto a votación interna. El resultado fue de un 63,5% a favor de reformar la Constitución Irlandesa para adaptarla al Tratado de Lisboa. Sin embargo, para que el Partido Verde apoye una nueva política, la normativa interna dice que es necesario el voto favorable de dos tercios de los miembros, y como no se alcanzó ese 66,6%, el Partido Verde no tomó parte activa en el decisivo referéndum de aprobación del Tratado de Lisboa. Esta decisión política fue un tremendo error, ya que perdió visibilidad pública sin ganar nada a cambio. El resultado fue la victoria del "No" en esa primera consulta, dejando al Gobierno irlandés noqueado. De nuevo, se decidió convocar otro referéndum para la aprobación del Tratado de Lisboa, y el Partido Verde volvió a someter el asunto a votación interna, el enero de 2009. Esta vez sí que se alcanzaron los dos tercios de voto favorable y el Partido verde se posicionó a favor del Tratado. El resultado del referéndum fue una victoria del Sí, y el Tratado de Lisboa pudo entrar en vigor el 1 de diciembre de 2009. La lección que extraemos de este último punto es que no se debe perder visibilidad política gratuitamente.

Ahora el es momento de volver a empezar, sin escaños, pero con experiencia acumulada. Además, el ejemplo irlandés debe servir al resto de partidos Verdes para no incurrir en los mismos errores que su socio irlandés, pues de lo contrario la ola verde corre el riesgo de disolverse.

domingo, 20 de febrero de 2011

Resultado agridulce para los verdes en Hamburgo

Los verdes de Hamburgo pueden estar satisfechos por los votos y escaños obtenidos, pero no por la influencia que éstos le darán en el próximo gobierno de la ciudad, porque el candidato del SPD ha logrado una aplastante mayoría absoluta. Los verdes pasarán de estar en el Gobierno con el partido Conservador, a la oposición, dividida y desmotivada.

Las elecciones de hoy en Hamburgo, segunda ciudad de Alemania, eran de especial importancia para el Partido Verde Alemán, ya que en 2008, decidieron arriesgarse y hacer un pacto de gobierno con el partido Conservador. Hoy, los hamburgueses refrendaban esa decisión, en unas elecciones anticipadas, ya que los escándalos de corrupción de los conservadores, unidos a la política pro-nuclear del Gobierno central de Angela Merkel, hicieron que los Verdes dejaran la coalición y forzaran elecciones anticipadas.

Si los Conservadores han sufrido un tremendo batacazo electoral, quedándose en el 20% de los votos, es decir, el peor resultado de su historia, los Verdes han aguantado, e incluso mejorado, pasando del 9.6 al 11.2%, y ganando 2 escaños adicionales (de 12 a 14). No obstante, es un 11% que está lejos del 15% obtenido en las últimas elecciones federales, y también del 20% que dan las encuestas a los Verdes en toda Alemania.

Varios factores explican que los Verdes no hayan pasado del 11%. En primer lugar, la buena valoración que tiene el candidato socialdemócrata Olaf Scholz, exministro de trabajo y exsecretario general del SPD, que estaba al borde de la mayoría absoluta en todas las encuestas, y puede haber llevado a muchos electores a hacer voto útil. Por otro lado, la relativa pérdida de identidad de los verdes en Hamburgo, con políticas económicas cercanas al neoliberalismo en algunos casos y tragando con proyectos medioambientalmente desastrosos, como el drenaje del Elba para la ampliación del Puerto de Hamburgo, el segundo puerto más grande de Europa. Y en tercer lugar, ha podido influir el hartazgo de los hamburgueses a un gobierno de coalición inestable, lo que les habría podido llevar a votar al favorito y evitar una nueva e incierta coalición.


El resultado, si bien peor del esperado, es bueno a la luz de los resultados anteriores y del gran batacazo que ha recibido el otro socio de la coalición. El gran inconveniente es que la mayoría absoluta del SPD, restará poder de influencia a los 14 nuevos diputados verde. Y de cara al futuro, los Verdes deberán pensar dos veces si les interesa pactar con los Conservadores o tener una visión quizás a mayor largo plazo. En todo caso, una cosa está clara: una marea verde recorre Europa y aún está lejos de su techo electoral. Las otras seis elecciones regionales que quedan en Alemania para este año, serán una buena ocasión para demostrarlo...