martes, 3 de mayo de 2011

Tras 3 décadas intentándolo, los Verdes entran en el Parlamento de Canadá

Nada en política es fácil. Pero con un sistema electoral mayoritario, menos aún. Para lograr representación parlamentaria en Canadá hay que ser el candidato más votado en uno de los 308 distritos en los que se divide electoralmente el país. El pasado lunes, a pesar de que obtuvieron un resultado peor que en 2008 en el porcentaje nacional de votos, los Verdes fueron el partido más votado en la circunscripción de Saanich-Gulf Islands, y su líder, Elizabeth May, estará por fin en la Cámara de los Comunes.

Canadá es uno de los primeros países en contar con un partido Verde. Ya en las elecciones de 1980 se formó un grupo de candidatos unidos bajo el ecologismo político. Ese movimiento se fue concretando en el Partido Verde Canadiense, que no pasó del 1% ni en los 80's ni en los 90's. Siguieron insistiendo, y en 2004 obtuvieron increíbles resultados: 4,32% de los votos, aunque sin representación. En 2008 alcanzaron su techo, con un 6,8% de los votos, pero también sin escaño. Y en 2011 ha sucedido justamente lo contrario: han bajado al 3,91%, pero se sentarán en la cámara baja canadiense por primera vez en la Historia.

El distrito de Saanich-Gulf Islands se encuentra en la región de British Canada, y es curiosamente el que tiene mayor media de edad de todo Canadá. Además, no parecía fácil la victoria, ya que el partido conservador, actualmente gobernante, presentaba por ese distrito a Gary Lunn, su ministro de Deporte y exministro de Recursos Naturales (que hizo a Canadá el primer exportador de uranio del mundo), quien ha ganado ese escaño desde 1997. Por su parte, la candidata Verde llevaba variando de circunscripción en cada una de las citas electorales, mejorando en todas ellas el resultado anterior en más de 20 puntos porcentuales, pero sin ganar el escaño.

Sin embarrgo, Elisabeth May, abogada y activista, ha vencido a todas estas adversidades y ha logrado un impresionate 46% de los votos, superando en 10 al partido Conservador. La subida verde ha sido descomunal, pasando del 10 al 46% en solo 3 años. En el resto de circunscripciones, y salvo notables excepciones, la tendencia del Partido Verde es a la baja, en parte debido al voto útil, ante la amenaza de una mayoría absoluta conservadora. En las zonas rurales el porcentaje de voto verde oscila entre el 1 y el 3%, y en distritos urbanos de Ontario, Otawa o Toronto entre el 4 y el 6%. En todo caso, siempre lejos de ser el partido más votado y lograr un segundo escaño.

Lo cierto es que la influencia que tendrá May en las políticas canadienses será por el momento reducida, ya que el Partido Conservador ha logrado la mayoría absoluta. Sin embargo, el ansiado escaño dará mayor visibilidad al Partido Verde, le permitirá participar en las Comisiones y debates parlamentarios, y dará nuevos ánimos a todos los militantes y simpatizantes del partido.

La lección que se extrae de la experiencia canadiense es que con paciencia, perseverancia y buen hacer, el tiempo acaba dándote la razón. Ahora hace falta que Elizabeth May realice una buena labor parlamentaria, y que en futuras citas electorales surjan otros candidatos con el tirón suficiente como para ser los más votados. Pero en todo caso, Canadá nos demuestra que no hay ley electoral que pueda con los Partidos Verdes.